viernes, 24 de julio de 2009

Delincuencia puede ser atacada con educacion ciudadana



Por mucho tiempo uno de los principales problemas con el que se enfrentaba la ciencia económica era el de la pobreza, se formaron un número considerable de teorías para explicar sus causas, así como el desarrollo de políticas que permitieran su erradicación.

Pero en los últimos tiempos han sido desplazado por un problema mayor, me refiero a la delincuencia y a la violencia con la cual viene acompañada.

A diferencia de la pobreza que afecta a un grupo -mayoritario- de la población, la delincuencia afecta a todos los estratos, ya sea en su figura más frecuente, el robo, o a través de los secuestros o en su forma más violenta, el asesinato.

El estado de ansiedad que genera esta situación reduce el estado de bienestar que debe tener la población, igualmente tiene efectos graves sobre la productividad.

El miedo a los asaltos puede ser causa del desplazamiento de comercios e industrias, así como puede mermar los ingresos de muchos establecimientos, inclusive puede afectar la capacidad productiva del país, semana tras semanas son asesinados hombres y mujeres que están comenzando su etapa laboral.

La teoría económica clásica explica como la seguridad interna de un país, es de carácter público y por lo tanto es competencia del Estado, pero el crecimiento sin frenos que está experimentando la violencia está obligando a la población a destinar parte de sus ingresos en reforzar su seguridad personal, de tal manera que estamos viendo como las viviendas se han transformado en cárceles enrejadas, en las cuales el propósito no es evitar la salida, sino evitar la entrada.

Estamos observado como se ha reducido el libre tránsito por las calles de las ciudades, con la instalación de múltiples alcabalas, y presenciamos el surgimiento de guardias personales, que cumplen las funciones de policías paralelas.

Como esta demostrado siempre la economía es una cuestión de incentivos, en este caso la impunidad, la falta de castigo es el incentivo.

En Venezuela se ha generado una nueva clase de libertad, al no haber represalias por un acto incorrecto, el individuo está asumiendo que es libre para actuar en contra de las normas establecidas.

Las consecuencias sociales y económicas de la delincuencia y la violencia son muy graves y por lo tanto se requieren medidas urgentes para su combate. En la ciudad de Nueva York se llevo a cabo, con bastante éxito, una experiencia que debería ser caso de estudio para nuestros gobernantes, me refiero al programa “ventanas rotas” organizado por el alcalde Rudolph Giuliani y Wiliam Bratton.

El mismo estaba basado en la marcación clara para los límites de los derechos, en hacer cumplir las leyes y obligaciones, y en educar a los ciudadanos y a los funcionarios públicos para que conjuntamente den solución a los problemas atacándolos desde sus raíces.
La expresión “ventanas rotas”, quiere resaltar el hecho de que la prevención parte de los hechos más simples.

Si se comienza por controlar y sancionar las violaciones a las normas y leyes más elementales, como sería, por ejemplo, el rompimiento de una ventana, se crea entre la población la certeza de que la autoridad tiene todo bajo control y se pueden prevenir males mayores.

Al igual que en Nueva York en otras ciudades como Medellin los planes para reducir los indices delictivos fueron efectivos el ex-alcalde Sergio Fajardo implemento tambien planes de educacion ciudadana en conjunto con reformas urbanas e implementacion del sistema metrocable donde todas estas areas fueron intervenidas y reformadas para el disfrute del ciudadano reduciendo la violencia de la que fue la ciudad mas peligrosa de toda Colombia, estableciendo a Medellin como una de las ciudades mas atractivas para el desarrollo economico.

Caso contrario vemos en Venezuela donde el metrocable de Caracas aun sin culminar en la zona de San Agustin con un recorrido dos veces menor que el de Medellin es tres veces mas costoso que el metrocable en construccion de la ciudad de Rio de Janeiro, este metrocable en Caracas sin planes educativos, ni planes de accion para tener un real cambio en el zona capitalina, hará de lo que podria ser una solucion en un probable caos.

En Tachira durante los 08 años de gobierno de Ronald Blanco y los 10 años del gobierno revolucionario, ni vemos obras que ayuden al beneficio del desarrollo de la economia del estado con mayor intercambio binacional en toda latinoamerica y mucho menos planes educativos que formen a la ciudadania, por eso el gobierno nacional debe de implementar planes de educación en materia de convivencia ciudadana; ya son 10 años de gobierno revolucionario, y la revolución ciudadana ni se ve, cada dia existe mas delincuencia, constatando que el gobierno nacional no esta educando para formar ciudadanos sino esta dejando de lado la educacion para formar delincuentes.


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